lunes, 26 de marzo de 2007

LOCOS POR LA VIDA


Comprender el devenir histórico social complejo que produce el manicomio, sus procedimentos, dispositivos, mecanismos, territorializaciones en tanto espacio singular de efectuación de la cultura manicomial que trasciende los muros siniestros de los hospitales psiquiátricos. Las torturas, vejámenes, humillaciones, explotaciones, violencias, jerarquías opresoras que constituyen las relaciones e “interacciones” en los manicomios adquieren su complejidad distintiva en las modulaciones, relanzamientos e imposiciones de la “lógica” que rige las relaciones e intercambios generales de la sociedad en la que vivimos.

En este sentido hay que elucidar el interjuego complejo entre multiplicidad de planos que son mayormente escindidos en nombre de la “neutralidad valorativa” de las academias y la “racionalidad” de los “discursos políticos” (hegemónicos): los regímenes de producción económico culturales, las formas “normalizadas de relación”, las formas jurídicas que “regulan” las existencias remitidas masivamente a su plano individual, las institucionalidades de reproducción social, la pontificación de los conocimientos que enclavan, desde las Torres de Marfil, la racionalidad despótica, única, irrefutable, e incuestionable del vasallaje “normal” en cuerpos, conciencias homogenizados. Homogeneidad conquistada a través de los más variados recursos de aniquilación de los diversidades y los distintos en nombre de las “convivencias pacíficas” y que reconoce en los encierros manicomiales una de sus más aberrantes expresiones: excluir, abolir identidades colectivo singulares, moralizar los desvíos, pedagogizar a los “inadaptados”, desgarrar a los impúdicos sublevados que “desequilibran”, “perturban” la “armonía social” (“sociedad” que celebra el imperio de la propiedad privada, los monopolios de los medios de producción, la fetichización del capital/mercancía y la cosificación “sofisticada” de los seres humanos, etc), torturar a los “insanos” que se han apartado de la “inocuidad comportamental” de los buenos ciudadanos que compiten fratricidamente en la búsqueda de exitosos “ascensos” en las pirámides sociales (pirámides, que no eran, en otras culturas, sino tumbas fastuosas de faraones-emperadores o espacios rituales de sacrificio a los “dioses”). A su vez: ¿Qué instituciones son las que diseminan la lógica manicomial y cuáles son las búsquedas de construcción de lugares que trasciendan e incluso se opongan radicalmente a modos de relación terapéutica que someten para “curar”?.
PAULO AMARANTE

2 comentarios:

Anónimo dijo...

verdaderamnete digo,que conozcomo como se siente.

Juancho dijo...

Gracias Nata , son pocos lo que saben de eso...............
Un saludo