sábado, 15 de noviembre de 2008

CONSTELACIONES FAMILIARES


La familia es importante para todos, porque estamos vinculados a ella mediante profundos lazos de amor y lealtad. Este vínculo nos lleva a compartir las tareas cotidianas con padres, hijos, hermanos, abuelos y también con la familia política. Esta es una forma de sustituir, por ejemplo, la ausencia de los padres o compensar la falta del compromiso de una pareja, pero a su vez puede enredar a toda la familia y confundir a todos los miembros con respecto a su lugar y su responsabilidad. Las buenas intenciones pueden ayudar a resolver situaciones cotidianas, pero en un nivel más profundo suelen provocar un desequilibrio y traer consecuencias que no alcanzamos a explicar conscientemente.

El sistema familiar está dirigido por una conciencia común que une a todos los miembros, preocupándose por los derechos de cada uno y velando porque nadie sea excluido. Pues, donde algún miembro es olvidado y menospreciado, se desarrollan identificaciones e implicaciones sistémicas. Estas implicaciones son inconscientes y pueden causar trastornos psíquicos, enfermedades, conductas conflictivas o la incapacidad de avanzar y desarrollar el propio camino. Quiere decir que, muchos comportamientos no son explicables por la situación actual de una persona sino que, se remontan a distintos sucesos en su familia de origen, a vivencias de sus padres y antepasados más lejanos, aún cuando éstos estén muertos. Si logramos restituir a cada uno su lugar en el sistema, respetando su particularidad y su destino, todos en la familia encuentran la fuerza propia, permitiendo que el amor fluya

Bert Hellinger desarrolló el trabajo de Constelaciones Familiares, un método sumamente eficaz para revelar estos enredos inconscientes y transformar el amor y la lealtad en fuentes fructíferas.

El trabajo se realiza en grupos: la persona que quiere trabajar, elige entre los participantes del grupo representantes para los miembros de su familia, incluyendo un representante para sí mismo. Luego los posiciona en el espacio guiado por su intuición, relacionándolos unos con otros. Existen dos formas de trabajar a partir de esa imagen, entre los que el Constelador elige, según lo que considera conveniente. Una es tomando en consideración los sentimientos de los representantes; el coordinador hace los cambios necesarios, permitiendo que surja la dinámica oculta. Luego sigue ordenando el sistema hasta llegar a una imagen de solución. La otra posibilidad es dejar que los representantes sigan los movimientos que emergen desde la profundidad. El coordinador acompaña el proceso hasta llegar a una solución (Movimientos del Alma). El trabajo está orientado a equilibrar el sistema familiar y a transformar el amor de cada miembro en fuerza vital.

Es notable como, en un mínimo de tiempo, en las C.F. se descubre lo esencial de un problema y, con pocos movimientos, se saca a luz lo que en una familia estaba oculto, la raíz del enredo, dando lugar a la solución.

Los resultados son permanentes, abarcan a todo el grupo familiar, aunque se presente un solo integrante a la consulta. Se produce un movimiento donde antes había un bloqueo.

Se puede decir, sin exagerar, que la Psicoterapia fue revolucionada con esta operatoria, sin que aún el mundo psi lo haya metabolizado. Retoma el sentido primordial acerca de la ayuda terapéutica, la reconexión del individuo con una realidad mas amplia en la que está inserto y de la cual forma parte, el Alma. Facilita, a la vez, tomar contacto con lo trascendente y estar encauzado en la corriente de la vida viva que circula en los cuerpos biológicos.

www.holistica2000.com.ar/speachconstel.htm

www.conexionesconlaluz.com/alma/constelacionesfamiliares.html