sábado, 5 de abril de 2008

REALVIRTUAL



Para el año 2020, los humanos dependeremos tanto de las computadoras que los términos "interfase" y "usuario" serán obsoletos, según las predicciones publicadas por académicos en un informe sobre los principales cambios en el campo de la llamada Interacción-Humano-computador (IHC).
Uno de estos cambios será la forma en la que desaparecerán gradualmente los límites entre los seres humanos y los ordenadores y se fusionarán en uno los sistemas informáticos y la persona.
Como los dispositivos y los sistemas informáticos son cada vez más pequeños llegará el día en que podremos llevarlos en el vestido o que podamos implantarlos en el cerebro.
El informe "Siendo humano" pone en duda a la llamada "era de hiperconectividad" y predice que los cambios en la tecnología conducirán a un incremento en la "tecnodependencia" del ser humano.
Un ejemplo de todo esto es el logro de la nariz inteligente:
En el MIT (Investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts) hallaron la forma de producir en masa receptores olfativos en el laboratorio. Con estas pruebas se podrán desarrollar “narices artificiales” para un buen numero de aplicaciones médicas y tecnológicas, desde la detección de bombas y drogas hasta enfermedades que producen olores como la diabetes o los cánceres de pulmón, vejiga y piel.
Perdón debo irme ...!!!, me llama el aparato que mas ha intervenido en mi dependencia...., el reloj despertador................!!!

LA MAGIA DEL REALISMO




Rob Gonsalves (Toronto, 1959) es uno de los creadores actuales de ilusiones ópticas cuyo trabajo es más espectacular. Con influencias de Dalí, Magritte y Escher, el artista canadiense crea imágenes en que varios mundos se funden en una misma obra, de manera que los ojos de un puente se trasforman en barcos o el reflejo de los árboles en un lago da forma a mujeres que surgen de sus aguas, pretende aunar en una sola imagen la realidad y la imaginación.
Exponente de lo que se ha dado en llamar realismo mágico, su trabajo es inquietantemente increíble por el predominio del lenguaje onírico que deja ver...