viernes, 20 de febrero de 2009

BDSM




El Bondage es el arte del placer a partir de la inmovilización, muchas cuerdas, arnés y la mente en blanco para vivenciar una nueva experiencia sexual. Poca luz, cero música, sólo el sonido de las cuerdas contra la seda o la piel y algunos susurros, dan el marco apropiado.
Si se incluye la dominación, la disciplina, la sumisión y el sadomasoquismo, nos vemos ante un conjunto de prácticas y actitudes más o menos ritualizadas erigidas en torno de la consecución del goce a través del dolor, la humillación y la inmovilización.
El BDSM incorpora también —y sobre todo— un corpus de conocimientos que incluye normas, formas de vida y de relación entre personas, valores, símbolos y significados en continua transformación, y que, al igual que todo fenómeno sociocultural, trascienden lo meramente individual y sirven de contexto significativo a las acciones sociales de los individuos.
Este complejo de conocimientos constituye, más que una serie de prácticas y fantasías aberrantes o supuestas taras en el comportamiento individual susceptibles de ser tratadas por un terapeuta, una auténtica subcultura con instituciones y formas de organización propias. Se trata de una realidad social rica, compleja y elaborada, imbricada en un contexto sociocultural más amplio con el que está conectado en relación dialéctica; el BDSM es, por tanto, un fenómeno cultural en constante ebullición y con características propias y diferenciadas que le otorgan un valor intrínseco excepcional para el que lo experimenta en su propia vivencia.
Este “ars erotica” implica no sólo un perfecto conocimiento de determinadas habilidades técnicas, sino también una notable empatía con el placer ajeno en todos sus matices —es decir, una forma peculiar de relación social—. Por otro lado, en el ambiente BDSM prevalece, sobre todo, la conciencia de estar viviendo una sexualidad con características peculiares sobre la que es posible construir redes sociales y una identidad específica y distintiva que se aparta en muchas de sus facetas de otras maneras de experimentar el erotismo.